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Un cabello bonito no es cuestión de suerte: es el resultado de hábitos saludables, constancia y conocimiento. Pero muchas veces, sin darnos cuenta, caemos en rutinas que dañan más de lo que ayudan. En este artículo te muestro los errores más comunes al cuidar el cabello, por qué son perjudiciales y cómo puedes evitarlos con una rutina capilar correcta.

Si notas que tu pelo está sin brillo, se rompe fácilmente o no crece como antes, probablemente estás cometiendo alguno de estos fallos. Vamos a verlos uno por uno y a explicarte cómo solucionarlos desde hoy mismo.

Lavar el cabello con agua muy caliente

Este es uno de los errores más frecuentes. El agua caliente reseca el cuero cabelludo, abre en exceso la cutícula del cabello y puede causar frizz, pérdida de brillo y mayor caída.

La solución es muy sencilla: usa agua tibia para lavar y termina con un último enjuague frío para sellar la cutícula. Este pequeño cambio puede mejorar notablemente el aspecto del cabello en solo unas semanas.

Además, si tienes el cabello teñido, evitar el agua caliente es fundamental para mantener el color brillante y duradero, como explicamos en nuestra guía de cuidados esenciales para el cabello teñido.

Usar el champú incorrecto para tu tipo de cabello

Cada tipo de cabello necesita un cuidado específico. Utilizar un champú demasiado agresivo, con sulfatos fuertes o ingredientes no compatibles con tu cuero cabelludo, puede deshidratar o alterar el equilibrio natural del pelo.

Elige productos que estén pensados para:

  • Cabello seco o dañado
  • Cabello teñido o con mechas
  • Cabello fino sin volumen
  • Cuero cabelludo graso o sensible

Siempre que puedas, apuesta por champús sin sulfatos, sin siliconas y con ingredientes nutritivos. Si tienes dudas, consulta con un estilista que pueda valorar tu tipo de cabello real. En salones especializados como el de Juan Carlos en Huelva, se hace un diagnóstico capilar previo antes de cualquier tratamiento.

Saltarte el acondicionador o la mascarilla

Muchas personas creen que usar acondicionador engrasa el cabello o que la mascarilla es solo “de vez en cuando”. Error. Ambos productos son fundamentales para sellar la hidratación y proteger el cabello del daño ambiental.

El acondicionador:

  • Se usa después del champú
  • Suaviza, sella la cutícula y desenreda
  • Es indispensable tras cada lavado

La mascarilla:

  • Se usa 1-2 veces por semana
  • Nutre en profundidad y repara daños
  • Es clave si llevas coloración, decoloración o usas calor a menudo

Si llevas un look como el corte bob con textura, una melena larga con capas o un shaggy desenfadado, la hidratación marcará la diferencia entre un acabado perfecto o un peinado sin vida.

Cepillarte el pelo en mojado sin cuidado

El cabello mojado es mucho más frágil que seco. Cepillarlo de forma brusca al salir de la ducha es una de las principales causas de rotura.

Evita usar peines de púas finas o cepillos rígidos. Lo ideal es desenredar con:

  • Peines de dientes anchos
  • Cepillos especiales tipo “detangler”
  • Un poco de acondicionador sin enjuague

Hazlo empezando por las puntas y subiendo poco a poco. Si tienes el cabello rizado, este paso es incluso más delicado.

Una mala técnica de cepillado puede arruinar hasta los mejores tratamientos capilares, como los que explicamos en la guía de tratamientos para cabello seco y dañado.

Abusar del calor sin protección térmica

Plancha, secador, rizador… todos pueden ser aliados, pero sin un protector térmico se convierten en enemigos mortales. El calor directo deshidrata, quiebra y desgasta la fibra capilar.

No importa si usas calor a diario o solo en ocasiones: nunca debes aplicarlo sin protección. Actualmente hay protectores térmicos en spray, crema o serum que:

  • Protegen hasta 230 ºC
  • Previenen la rotura
  • Aportan brillo

Si te gusta peinarte con ondas, alisar el cabello o marcar flequillo, este paso no es negociable.

Dormir con el pelo suelto o mojado

Dormir con el cabello suelto puede provocar nudos, fricción y encrespamiento. Y si encima está mojado, el daño se multiplica: la humedad favorece hongos, irritaciones y fragilidad extrema.

Antes de dormir:

  • Seca bien el cabello
  • Recógelo en una trenza suelta o coleta baja
  • Usa una funda de almohada de seda o satén para evitar fricción

Este pequeño hábito mejora visiblemente el aspecto de tu melena al despertar y protege tu peinado si llevas un corte largo en V con ondas suaves, como los que destacamos en las tendencias de corte para mujer 2025.

No cortar las puntas con regularidad

Uno de los errores más clásicos: dejar pasar meses sin cortar el pelo porque “quieres que crezca”. Irónicamente, este hábito hace que el cabello se vea más pobre, con puntas abiertas y textura porosa.

Lo ideal es cortar cada 6 a 8 semanas, aunque sea solo un centímetro. Si llevas un corte con forma (como un pixie con volumen superior o un bob asimétrico), mantenerlo bien definido es vital.

Cortar no impide el crecimiento: lo estimula. Elimina lo dañado, fortalece la fibra y ayuda a que el pelo luzca sano en todo momento.

Usar aceites incorrectos (o en exceso)

Los aceites pueden ser excelentes aliados… o un desastre. Usar aceite en exceso o aplicar uno que no va con tu tipo de pelo puede provocar grasa, apelmazamiento o incluso obstrucción en el cuero cabelludo.

Consejos clave:

  • Usa aceites ligeros si tienes el pelo fino (como argán o jojoba)
  • Aplica solo de medios a puntas
  • No abuses: 2-3 gotas bastan
  • Úsalos como finalizador o como mascarilla prelavado

Descuidar la alimentación y la hidratación

La salud del cabello empieza desde dentro. Una dieta pobre en nutrientes afecta directamente a la calidad, el brillo y la densidad capilar. Es fundamental incluir:

  • Proteínas (huevo, pescado, legumbres)
  • Grasas saludables (aguacate, frutos secos, aceite de oliva)
  • Vitaminas del grupo B, hierro y zinc
  • Al menos 1,5 L de agua diaria

Si quieres que tu melena luzca espectacular, tu cuerpo necesita los recursos para fabricarla. Un corte bonito y una buena coloración solo brillan sobre una base sana.

Cuida tu pelo con inteligencia, no con exceso

Ahora que conoces los errores más comunes al cuidar el cabello, puedes evitarlos y empezar una rutina capilar verdaderamente efectiva. No se trata de usar mil productos, sino de elegir los adecuados, aplicar técnicas correctas y dar al cabello lo que necesita.

Una melena sana es el mejor complemento de estilo. Y recuerda: si vas a realizar un cambio, un tratamiento o una coloración, pon tu cabello en manos expertas. En Huelva, Juan Carlos es especialista en peluquería femenina personalizada, y puede ayudarte a diseñar una rutina específica para tu tipo de cabello y estilo de vida.

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